297. 298…
Contracción, distensión. Contracción, distensión. Los músculos del brazo y de la espalda hablaban por sí solos cada vez que bajaba y subía su cuerpo. Nada más llegar a la habitación, Lucas se había apuesto a hacer flexiones como un loco. Ya llevaba 305 flexiones y no notaba nada en el cuerpo. La furia contenida le otorgaba más resistencia, o eso parecía. Su cerebro estaba coordinando una de las acciones más comunes del organismo. Las neuronas estaban mandando los mensajeros de naturaleza química desde el cerebro a la periferia, a los músculos. La acetilcolina, un neurotransmisor sintetizado químicamente por el organismo en el soma neuronal, era transportado en paquetes en ingentes cantidades. Ese neurotransmisor era la llave para abrir la compuerta de la contracción. Cuando se unía a sus receptores, empezaba un proceso de transducción dentro de la célula muscular de tal manera que se cometía dicho proceso. Posteriormente, al cambiar de posición los músculos contraídos dejaban de estarlo y se contraían otros. Por ello, simultáneamente, el cerebro trabajaba y enviaba otros neurotransmisores, en este caso inhibitorios, y permitían un equilibrio del proceso. A pesar de que su cerebro estaba trabajando al cien por cien, podía pensar en todo lo que había pasado. Antes de ponerse a hacer ejercicio miró el teléfono móvil y su furia creció. Aún seguían sin cobertura. Deseaba hablar con su mujer.
“¡Maldita sea!”, blasfemaba en su mente.
315. 316. 317…
El sudor estaba empapando su camiseta y las gotas desde su cabeza caían al suelo. Estaba encharcándolo todo; pero todo le daba igual. Estaba enfadado, furioso, se sentía engañado. Decidió actuar.
Se levantó lentamente. Sentía su cuerpo inflamado, como si los músculos le estuvieran lanzando descargas como castigo por el exceso. Agarró la toalla, su nuevo uniforme, perfectamente doblado y salió al pasillo.
Continúa...
Contracción, distensión. Contracción, distensión. Los músculos del brazo y de la espalda hablaban por sí solos cada vez que bajaba y subía su cuerpo. Nada más llegar a la habitación, Lucas se había apuesto a hacer flexiones como un loco. Ya llevaba 305 flexiones y no notaba nada en el cuerpo. La furia contenida le otorgaba más resistencia, o eso parecía. Su cerebro estaba coordinando una de las acciones más comunes del organismo. Las neuronas estaban mandando los mensajeros de naturaleza química desde el cerebro a la periferia, a los músculos. La acetilcolina, un neurotransmisor sintetizado químicamente por el organismo en el soma neuronal, era transportado en paquetes en ingentes cantidades. Ese neurotransmisor era la llave para abrir la compuerta de la contracción. Cuando se unía a sus receptores, empezaba un proceso de transducción dentro de la célula muscular de tal manera que se cometía dicho proceso. Posteriormente, al cambiar de posición los músculos contraídos dejaban de estarlo y se contraían otros. Por ello, simultáneamente, el cerebro trabajaba y enviaba otros neurotransmisores, en este caso inhibitorios, y permitían un equilibrio del proceso. A pesar de que su cerebro estaba trabajando al cien por cien, podía pensar en todo lo que había pasado. Antes de ponerse a hacer ejercicio miró el teléfono móvil y su furia creció. Aún seguían sin cobertura. Deseaba hablar con su mujer.
“¡Maldita sea!”, blasfemaba en su mente.
315. 316. 317…
El sudor estaba empapando su camiseta y las gotas desde su cabeza caían al suelo. Estaba encharcándolo todo; pero todo le daba igual. Estaba enfadado, furioso, se sentía engañado. Decidió actuar.
Se levantó lentamente. Sentía su cuerpo inflamado, como si los músculos le estuvieran lanzando descargas como castigo por el exceso. Agarró la toalla, su nuevo uniforme, perfectamente doblado y salió al pasillo.
Continúa...
2 comentarios:
Acabo de leer todas las entradas que has escrito hasta ahora! La verdad es que la historia parece interesante, aunque por el momento no esté muy avanzada y supongo que la mayoría de historias de zombies comienzan del mismo modo... Tengo ganas de saber qué ocurrirá después!
En algunos momentos, la profusión de detalles me ha mareado un poco, pero en general me parece interesante y prometo continuar leyendo!
Por cierto, ya te he enlazado en Plaguelanders ;)
Hola!
Muchas gracias por el aporte, ya no eres la única que me dice que me centro demasiado en detalles, intentaré centrarme en eso.
La historia no está muy avanzada, en realidad quedan unas cuantas entradas hasta que "contacten" con los primeros zombies, pero paciencia que llegará. Iré a entrada por día, más o menos,a no ser que pase algo.
Sigue igual con Plaguelanders, yo ya me he enganchado!!
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